¿Para qué sirve?

La finalidad de esta intervención es eliminar el exceso de piel y grasa abdominal, además de corregir la musculatura flácida, para conseguir un abdomen más plano y firme.

¿Para quién está indicada?

Los candidatos ideales para esta cirugía son aquellos a los que les sobra piel en esta zona, y también las mujeres que han pasado por diversos embarazos y que no llegan a recuperar el tono inicial.

¿En qué consiste la intervención?

Esta operación se lleva a término en un quirófano, tiene una duración de entre 2 y 4 horas y se realiza bajo anestesia general.

En la intervención se realizar una incisión transversal por encima del pubis, y otra alrededor del ombligo.

A continuación se separa la piel de la pared abdominal, hasta las costillas, y se dejan los músculos abdominales a la vista. En este momento se tensan los músculos.

Se extrae la grasa y se estira la piel separada en dirección al pubis, se saca la parte de piel sobrante, se restablece el ombligo y se cose la piel tan cerca del pubis como sea posible.

¿Qué pasa después de la intervención?

Durante los primeros días es normal tener el abdomen inflamado y sufrir algunas molestias que se pueden aliviar con medicación. Se recomienda reposo durante 10 días y faja durante un mes.

¿Deja cicatrices?

Los verdaderos resultados no se ven hasta los 9 meses, cuando se aplanan y se difuminan la cicatrices.

¿Conlleva algún riesgo?

Prácticamente no hay complicaciones, pero existen riesgos, como seromas, hematomas o infecciones.